El oyó su susurro,
Ella sintió su presencia...
Presas de la curiosidad,
Esa capaz de apagar
La prudencia,
Fueron al origen
de esos prodigios
Fantasmales.
El encontró un espectro,
Ella tropezó con una sombra...
Fascinados por tales encuentros,
Absolutamente insólitos,
Castillos de arena se construyeron
Sobre nubes.
Y decidieron vivir en aquellos palacios,
Efímeros en el viento.
El se construyó una máscara,
Ella modelo una sonrisa.
Queriendo ocultar
Sus lunas menguantes
Se crearon nubarrones
Que en encapotaron
sus sentidos
Y los sumergió en una noche
Sin estrellas.
El gritaba de desesperación,
Ella huía del dolor.
Al borde del mundo,
En la frontera entre la nada
Y el todo,
Ambos dieron un vistazo,
Y vieron lo mismo...
tropezado...
Y cayendo...
Él le rompió a ella sus ilusiones,
Ella le destrozó a él su corazón.
Se despidieron cómo lo hacen los fantasmas.
Desvaneciéndose
El uno de la vida del otro.
Y partieron a la otra vida.
Una vida sin el otro.
¿Y que ha sido de ellos?
Él está escribe estos versos,
Y Ella... Ella... ¡No lo sé!
¡Pero por Dios espero que le esté yendo bien!
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